ATENCION A "MIS VIEJITOS"

Yo no sabría decir si es vocación o una manera distinta de pensar cuando me preguntan sobre mi atención hacia los adultos mayores o como les digo yo "mis viejitos", el cuidar, atender o dar algún tipo de terapia a los adultos mayores es una buena oportunidad de desarrollar los buenos sentimientos hacia nuestro prójimo.

De alguna forma trato de mejorar la calidad de vida en las personas de la tercera edad, a la vez dar un granito de arena a la sociedad para tomar conciencia en este cuidado hacia las personas que han brindado su madurez y experiencia a la misma sociedad.

Una de las tareas que realizo y que muchas veces no se tiene en cuenta es escucharlos, aprender de sus historias y a la vez propiciar que sigan haciendo actividades útiles. No tratar de solo atenderlos y llevarlos a la cama.

La relación de los hijos y nietos con los adultos mayores es importante en su motivación pero si por alguna causa no son así procurar llenar de algún modo esos espacios tan necesarios.

Muchos pueblos antiguos y con mucha tradición tienen en los ancianos su reserva de identidad a la vez que su reserva moral. Ahora, con la juventud desenfrenada se hace cada vez más necesaria la sabiduría que da el reposo de los años.

Así, cuando tu seas adulto mayor, sabrás lo que es cuidar ancianos y estarás preparado para que todo te sea mas fácil.

Hay que tener en cuenta que la sociedad y la vida nos enseñan que la juventud es un bien cada vez más preciado, particularmente en una sociedad donde ni la pérdida, ni el envejecimiento natural tienen cabida.

Y de alguna forma las personas de la tercera edad no terminan de aceptar los cambios que la vida impone. Allí he tenido que tratar de dar herramientas para que "mis viejitos" evolucionen de una manera más sana.

Siempre existe un temor a la finitud. Lo que conlleva a problemas de vida como la ansiedad ya que se piensa que la vida no trae buenas nuevas. Adicionalmente al trato errado que se dan a los adultos mayores; vamos colocándoles limitaciones a sus propias experiencias como la sexualidad, la integración familiar e incluso el básico respeto a su condición de ser humano y su acrisolada experiencia de vida.

Finalmente, de una forma u otra, hay que cambiar interiormente y exteriormente y colocar una mano de ayuda y respeto para que los adultos mayores tengan mas que vivir y no menos que esperar.